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Ingredientes:
2 tazas de avena integral
1/2 taza de frambuesas deshidratadas
1/2 taza de nueces troceadas
1/4 taza de semillas de girasol
Miel orgánica o sirope de agave
Canela y esencia de vainilla
Preparación: Hornear la mezcla (excepto las frambuesas) a 160°C. Agregar las frambuesas al final. Ideal para desayunos y snacks.
Ingredientes:
1 cucharada de frambuesas deshidratadas
2 rodajas de jengibre fresco
1 ramita de menta
Agua caliente
Preparación: Infusionar por 10 minutos. Ayuda a la digestión y aporta energía sutil.
Las frambuesas deshidratadas orgánicas y agroecológicas son una manifestación concentrada de la dulzura natural, la vitalidad antioxidante y el profundo respeto por la Tierra. Esta pequeña fruta, de color rojo intenso y sabor vibrante, es cultivada en tierras mexicanas bajo prácticas regenerativas y después deshidratada con cuidado para preservar sus propiedades nutricionales.
Su textura crujiente o masticable —según el método de deshidratación— y su sabor intensamente afrutado hacen de la frambuesa deshidratada un alimento funcional ideal para consumir como snack, en repostería saludable, mezclas energéticas o infusiones.
Las frambuesas deshidratadas concentran la vitalidad de la fruta fresca en una forma duradera y potente. Son ricas en:
Antioxidantes naturales (antocianinas, elagitaninos, quercetina): neutralizan radicales libres
Vitamina C y ácido elágico: Refuerzan el sistema inmune y combaten la inflamación
Fibra dietética soluble: Mejora la digestión, regula el tránsito intestinal y el colesterol
Manganeso, hierro y calcio: Apoyan huesos, metabolismo y oxigenación celular
Bajo índice glucémico: Apto para personas con diabetes o dietas cetogénicas moderadas
Propiedades anticancerígenas y neuroprotectoras (respaldadas por estudios científicos)
La producción de frambuesas orgánicas y agroecológicas comienza con un profundo respeto por la tierra y sus ciclos naturales. Estos cultivos se manejan sin agrotóxicos ni fertilizantes sintéticos, promoviendo la biodiversidad y la salud del suelo mediante:
Manejo ecológico de plagas, utilizando preparados botánicos, control biológico y barreras vivas
Fertilización orgánica a base de compostas, estiércoles compostados y biofermentos
Polinización natural, fomentada por la presencia de abejas silvestres y flores nativas
Conservación de agua, con sistemas de riego por goteo y mulching vegetal
Cosecha manual selectiva, en el punto exacto de maduración
Posteriormente, las frambuesas se someten a un proceso de deshidratación natural o liofilización, manteniendo sus compuestos bioactivos y sabor auténtico.
Las frambuesas deshidratadas orgánicas tienen un impacto ambiental mucho menor comparado con versiones industriales:
Cero agroquímicos: Evitan la contaminación del agua, suelo y fauna benéfica
Sistemas regenerativos: Aumentan la biodiversidad agrícola y la fertilidad del suelo
Energía renovable en procesos de deshidratación (en algunos emprendimientos rurales)
Menor desperdicio alimentario: Al deshidratar excedentes o frutas de temporada
Empaque responsable: Compostable, reciclable o en vidrio reutilizable
Además, su comercialización fomenta la economía rural justa y solidaria, empoderando a comunidades campesinas.
Piensa Orgánico
¿Dónde se produce?
Huamantla, Tlaxcala, en el pueblo de Nexnopala, México.
Tipo de producción:
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