La pesca sustentable implica respetar la estructura, productividad, función y diversidad de los ecosistemas marinos; cuida a las especies protegidas, amenazadas o en peligro de extinción dejando suficientes peces en el mar y evitando la sobrepesca. Dejar suficientes especies en el mar permite el cuidado del hábitat y la reproducción adecuada manteniendo una ecosistema renovado, saludable y sostenible. 

El proceso de pesca debe de realizarse cuidadosamente permitiendo que el ecosistema marino y las especies dentro del mismo permanezcan en buen estado. 

Este sistema de producción aporta al ecosistema marino y al mismo tiempo a los pescadores, pues se basa en un sistema de comercio justo permitiendo la comercialización de pescados de una manera en la que se reduce el número de intermediarios permitiendo una cadena de valor en la que las ganancias sean justas para cada parte involucrada. 

El objetivo es ganar más pescando menos, evitando la sobreexplotación del mar y brindar al consumidor productos limpios y saludables.