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Ingredientes: higos frescos, mezcla de hojas verdes, nueces tostadas, queso de cabra, aceite de oliva, vinagre balsámico, sal marina.
Preparación: Corta los higos en cuartos, mezcla con las hojas, rocía aceite y vinagre, y espolvorea nuez y queso.
Ingredientes: harina integral, higos secos troceados, semillas de chía y girasol, levadura, agua tibia, sal.
Preparación: Amasa todos los ingredientes, deja fermentar y hornea. Ideal como snack o desayuno.
Los higos orgánicos de producción certificada en México son un alimento ancestral, dulce y nutritivo, cosechado en su punto óptimo de madurez bajo prácticas agroecológicas y orgánicas que respetan los ciclos naturales, fomentan la biodiversidad y cuidan la salud de quien los consume y del entorno que los produce.
El higo (Ficus carica L.) es una fruta originaria de Asia occidental, pero ha echado raíces profundas en tierras mexicanas, adaptándose con nobleza a climas cálidos y secos, donde pequeños productores lo cultivan con saberes tradicionales y técnicas sustentables.
Sabor: Dulce, meloso, con notas de miel y frutos secos.
Textura: Carnosa, suave y jugosa, con pequeñas semillas crujientes comestibles.
Color: Desde verde claro a morado oscuro en la piel, con pulpa rosada, rojiza o ámbar.
Presentaciones: Fresco, seco (deshidratado), en conserva, mermeladas o como ingrediente gourmet.
Vida útil: El higo fresco tiene vida corta, por lo que el secado permite conservarlo por más tiempo, manteniendo sus propiedades.
El consumo de higos orgánicos ofrece una abundancia de nutrientes y compuestos bioactivos, entre ellos:
Fibra dietética: Favorece la digestión, previene el estreñimiento y regula el colesterol.
Calcio y potasio: Apoyan la salud ósea y cardiovascular.
Antioxidantes naturales: Como polifenoles y flavonoides, que combaten el estrés oxidativo.
Vitaminas: A, C, K y del complejo B.
Bajo índice glucémico (especialmente en la fruta fresca), ideal para dietas equilibradas.
Además, son un alimento prebiótico natural, que favorece el equilibrio de la microbiota intestinal y el fortalecimiento del sistema inmune.
Los higos orgánicos mexicanos se cultivan sin pesticidas sintéticos, fertilizantes químicos ni organismos genéticamente modificados (OGM). En su lugar, se utilizan biofertilizantes, composta, control biológico de plagas y rotación de cultivos. La agroecología añade un componente social y cultural, pues promueve:
El uso de semillas locales o criollas
Prácticas de manejo del agua con eficiencia
La asociación de cultivos para proteger el suelo
La conservación de polinizadores y fauna benéfica
La producción agroecológica de higos no solo es sana para quien los consume, sino también para el planeta:
Mejora la fertilidad del suelo al evitar químicos que lo degradan.
Preserva los recursos hídricos, gracias al uso eficiente del riego y la cobertura vegetal.
Reduce las emisiones de gases de efecto invernadero al evitar agroquímicos industriales.
Fomenta la biodiversidad, al conservar hábitats y corredores biológicos.
Apoya la soberanía alimentaria, al fortalecer economías rurales y prácticas campesinas.
Productor
Piensa Orgáico
¿Dónde se produce?
Huamantla, Tlaxcala, en el pueblo de Nexnopala, México.
Tipo de producción
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