Estética alimenticia
Los supermercados han acostumbrado a la sociedad a comprar y consumir alimentos que se vean estéticamente perfectos, los procesos y la modificación de su genética es el resultado que genera; ofertando frutas y verduras todo el año aún fuera de temporada y de tamaños mayores a los que deberían tener.
Las frutas y verduras imperfectas son descartadas en el campo, alimentos próximos a su fecha de vencimiento son desechados en los supermercados y las sobras a menudo terminan en la basura en nuestros hogares. Este desperdicio no solo tiene un impacto económico, sino también ambiental.
México integra el top 20 de los países que más comida desperdicia en el mundo, con un promedio per cápita anual de 94 kilos.
La estética alimenticia y el desperdicio de alimentos están intrínsecamente conectados en nuestra sociedad actual. Aprendamos que un alimento saludable y sin modificaciones genéticas no incluye una estética perfecta como a la que se esta acostumbrada, aprovecha el máximo de tus frutas y verduras y conserva tus residuos orgánicos para darles una segunda vida transformandolos en composta que aporta de una gran manera a los suelos.
Francia, es el país que desperdicia el 1.8% del total de los alimentos producidos. De esta manera, se convierte en el país que se alimenta de manera más sostenible. Las multas, de las cadenas de supermercados que incumplan con la ley y desperdicien alimentos, van desde 75.000 euros para los supermercados que destruyan deliberadamente los alimentos con el fin de evitar que sean recuperados por las personas que los recogen de los contenedores próximos a las tiendas.